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Camino Inca a Machu Picchu en 4 días

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Día 1

Hoy comenzaba una de las partes más intensas, emocionantes y esperadas de todo el viaje, el Camino Inca a Machu Picchu en 4 días, el Inca Trail. Una exigente ruta de 42 km que nos llevaría a unos de los sitios más emblemáticos del planeta, la ciudadela de Machu Picchu. La hora acordada con nuestro guía fueron las 6.45, aunque Camilo no apareció hasta pocos minutos para que dieran las 7, hora a la que el bus salía de la plaza de San Francisco, no le había sonado el despertador, así comenzaba nuestra caminata.

Guía de Viaje a Perú

Ya en la plaza de San Francisco conocimos al resto del grupo que sería nuestra pequeña gran familia durante 4 días. No sé muy bien el motivo, pero doy gracias a ello, 24 componentes del grupo eran Argentinos, y las dos personas que conformaban el definitivo grupo de 28 eran dos colombianas, madre e hija.

Primeras palabras y primeros análisis, ¿seremos los más flojos? ¿los más torpes? ¿cómo será el resto del grupo? Supongo que todos nos haríamos estas preguntas en nuestras respectivas cabezas. El autobús llegó y toco el momento de cargar todo, lo olvidado, olvidado estaba, Ollantaytambo sería nuestra primera parada.

En Ollantaytambo tuvimos tiempo de tomarnos algo caliente, y de comprar todo aquello que fuéramos a necesitar en el camino y que no lleváramos encima: bebidas, barritas y hojas de coca fueron los más solicitados. Aun cada uno en la comodidad de su grupo y sin mezclarnos mucho seguro que todos rumiábamos lo mismo, !lo que nos queda por delante¡

Vuelta al autobús y directos al acceso al camino Inca, en el famoso kilómetro 82. Ese fue el punto donde comenzamos a conocernos unos a otros, los guías se presentaron y nos dieron las indicaciones pertinentes. Al parecer por cuestiones de dónde habíamos reservado cada uno el trekking, nosotros íbamos con un guía, Camilo y el resto del grupo con 4 guías más: Virgilio, Rosi, Yolanada y Rober.

El grupo de los 9, el de las 4, el de las otras 4, el de las tres, las Colombianas, los Agus, Pablo y su chica, otra pareja más argentina y nosotros. Ya estábamos todos presentados, la inicio de la caminata era cuestión de minutos.

El acceso es tan especial que incluso te sellan el pasaporte, todo es puro simbolismo, estábamos entrando a un lugar único, el camino Inca. La verdad es que el acceso es un poco tedioso, está todo tremendamente controlado, porteadores, guías y visitantes deben tener absolutamente todo en regla para poder acceder. Tras cruzar el rio Urubamba que bajaba con una fuerza increíble comenzaba la aventura. Los primeros kilómetros los hicimos solos con Camilo que nos contó historias sobre lo humano y lo divino, nos contaba que no hacía falta que masticáramos coca, que el nos haría un brebaje con unas plantas que nos haría volar.

Grupo Camino Inca Trail

El tiempo parecía respetarnos pero por poco tiempo, poco antes de la primera parada para almorzar comenzaba a llover. Lluvía que nos ha acompañado en todo el recorrido. Ya en el lugar del almuerzo los porteadores había preparado una carpa para la cocina y otra donde nos servirían la comida.

Durante los primeros kilómetros surgían las primeras conversaciones y nos íbamos ubicando los unos a los otros, resulta que la gran familia estaba compuesta casi por completo por abogados y psicologos argentinos, para que quieres más, esto apuntaba maneras sin duda.

Una reconfortante sopa de verduras y algo más consistente de segundo y estábamos listos para seguir caminando hasta nuestro primer campamento. Poco antes de que se fuera la luz estábamos acomodando las mochilas en las tiendas, la nuestra era la amarilla.

La primera etapa es bastante llevadera, con la batería a tope de energía, y las emociones del primer día todo se lleva bien, pero las primeras cuestas ya se encargaron de avisarnos que el camino no iba a ser fácil y todos teníamos muy presente que si este era el día fácil, la que se nos venia.

Vistas Camino a Machu Picchu

Primera noche de campamentos, risas, intercambios y un ambiente muy, muy agradable la verdad. Tras las cena Yolanda nos explicaba cómo iba a ser la etapa del día siguiente y nos explicaba cómo funcionaba el tema de los porteadores para los que quisieran dejar su mochila a los lomos de otro.

He de reconocer que mi lado racional me decía que dejara la mochila, la etapa del día siguiente era bien dura, y ya se habían encargado de advertírnoslo. Tenía miedo de que por ir de macho alfa acabara pagándolo.

Pero finalmente ganó mi lado irracional, el RH que todo vasco lleva en los genes se impuso y decidimos llevar toda la casa a cuestas hasta Machu Picchu tras acordar con Laura un reparto algo más equitativo de los pesos ya que mi mochila era la grande.

Tengo claro que me habría arrepentido de cualquier otra decisión. Así que con la decisión tomada nos fuimos a las tiendas a descansar y recargar energía para el día que nos esperaba.

Caminando entre la Naturaleza en Machu Picchu

La verdad es que la noche fue placentera, el frio y sobre todo la humedad eran molestos pero sin duda lo que más martilleaba mi cabeza era el respeto que me infundaba la etapa del día siguiente. Así que con los nervios propios de la vispera de, transcurrió la noche sin más sobresaltos.

Día 2

El día amaneció gris y lluvioso. A eso de las 5.30 un golpe en la tienda de los porteadores con una taza de mate de coca indicaba que arrancaba un nuevo día. Tras empacar todo de nuevo, y un desayuno acorde a lo que nos esperaba ese día comenzaba la caminata del día más exigente.

Camilo nos dijo que no era necesario que esperáramos al resto del grupo, que si estábamos listos podíamos empezar a caminar. Así que junto con Vicky y Nico, las colombianas comenzamos a dar los primeros pasos hasta el segundo punto de control. Aquí Camilo nos dio las explicaciones pertinentes de la ruta y nos dijo que nos alcanzaba, esta fue la última vez que supimos de él, ya que tuvo que regresar a Cuzco con un porteador que se enfermó.

Espectaculares Vistas Camino a Machu Picchu

Hoy había que remontar desde los 3.000mts, hasta los 4200 del collado Warmiwañusca, punto más alto de toda la ruta. No sé cómo lo hago pero a pesar de ser siempre el más fondón me uno siempre al grupo más potente, y así me luce el pelo. Nico impuso un ritmo inhumano que nos dejó descolgados a Vicky, Laura y sobre todo a mi. La verdad es que aunque he sudado lo indecible, llevar buenas liebres es algo vital para poder superar una etapa así.

El camino iba ascendiendo lenta pero inexorablemente, sin tregua, los metros iban sumándose a la suela de las botas, y la altura y el cansancio hacían lo propio. La mochila jugaba de una manera macabra con las leyes de la gravedad y hacía que cada paso fuese un logro. Ir en un grupo donde hay una maratoniana, una profesional de la vela y una persona que ha coronado el Aconcagua te hace sentirte un poco fuera de lugar, pero la verdad es que el ascenso fue una bonita experiencia, con paradas regulares pero justas para recuperar el aliento durante unos minutos, las chicas me llevaron hasta el cielo antes de que pudiera darme cuenta.

Los últimos metros son una interminable sucesión de escalones que hacen que los 4200 metros parezcan inalcanzables pero finalmente el collado era nuestro, 4200 mts de tierra nos separaban del nivel del mar. 5Min después que mis liebres puse el pie en el último escalón con un nudo en la garganta que tardaré en olvidar. La parte que más respeto me imponía estaba superada.

Empapados pero Felices en Machu Picchu

En la bajada, una interminable caminata sobre piedra húmeda, me pude desquitar de ser siempre el último. Dicen que más vale maña que fuerza, no sé si es aplicable a la montaña, lo dudo, pero si en algo me defiendo es en la agilidad al bajar, ya que subiendo me falta fuelle por todos los lados. La bajada hasta el campamento fue un camino largo pero sin complicaciones. Al igual que todo el trayecto, cada poco tiempo un porteador con una mochila que duele solo de mirarla, te pasaba como una exhalación al grito de “porter, porter”, la verdad es que son seres de otro planeta, pero gracias a ellos, nosotros podemos disfrutar de una tienda y una comida caliente a cobijo, mi reconocimiento hacia ellos.

La llegada fue el justo precio de ser los alumnos aventajados. A las 11.30 pusimos el pie en el campamento 6, habíamos llegado antes que el primer porteador de nuestro equipo. El campamento era una explanada gris, lisa y mojada. Tras pedir unos taburetes al campamento vecino aguantamos bajo la lluvia la llegada del resto de compañeros y equipo que fuero llegando con cara de satisfacción y cansancio a partes iguales. Las palmadas, risas y anécdotas se fueron apoderando del campamento que poco a poco se iba armando.

Para cuando quisimos darnos cuenta estábamos toda la familia reunida junto a un buen plato de sopa caliente, la humedad iba calando los huesos y cualquier cosa caliente es una pura delicia.

La tarde fue enterita de vida contemplativa y descanso, había que reponer energías para la jornada del día siguiente, la más larga de las 4. De la misma manera que vino, el día se fue dejándonos unas vistas impresionantes del valle con nuestras tiendas de telón. Una cena al poco de caer el sol y las recomendaciones de Yolanda para el día siguiente cerraron la jornada.

Pit Stop Camino a Machu Picchu

Día 3

La noche fue algo incómoda, mucha, demasiada humedad en el ambiente junto con la ropa ya mojada de los dos días anteriores hicieron mella en todos nosotros y a pesar de no hacer mucho frío, cuando la humedad se te mete en los huesos no hay manera de sacarla. Así que cada uno como pudo recupero la energía a su manera.

Como el día anterior, un mate de coca nos recibía a las 5.30 de la mañana para comenzar una nueva jornada. Petates a la espalda y comenzaba la pateada. La de hoy era una jornada salpicada de actividades culturales, la primera fue el yacimiento de Runkuraqay donde Virgilio nos explicó como esta construcción servía para los chaski (mensajeros del imperio inca) como refugio y relevo.

Planificando Etapas Camino a Machu Picchu

El camino continuaba en ascenso hasta un lago y poco más arriba comenzaba un suave descenso hasta la siguiente parada cultural, Wiñay Wayna. Tras jugar un poco a los exploradores emprendimos el rumbo hasta las siguiente parada, Phuyupatamarca donde Yolanda nos dio una extensa explicación sobre el mundo inca y sus símbolos.

A partir de aquí ya solo quedaba bajar, pero cuando digo bajar, es bajar. Más de 3500 escalones nos separaban del campamento y las rodillas ya estaban bien cargadas del día anterior. Así que escalón a escalón fuimos acercándonos a nuestro último campamento. Una jornada más la lluvía nos acompañó en todo momento y comenzaba a ser ya desmoralizadora. A parte de tener ya prácticamente todo mojado, la idea de que el día siguiente fuera desapacible y nos arruinara la visita a MachuPicchu ya rondaba en la cabeza de todos.

Inca Trail a Machu Picchu

Montado ya el campamento se notaba el cocktail de cansancio, suciedad, humedad y pesimismo respecto al tiempo. La verdad es que para estos momentos estar rodeados de argentinos es todo un bálsamos, siempre alegres y positivos a pesar de la adversidad. Hoy tocaba acostarse bien temprano ya que las dianas del día siguiente serían a las 3 de la mañana. El motivo no era otro que permitir a los porteadores recoger el campamento y llegar a tiempo al tren de las 5AM.

Día 4

La noche, aunque menos fría, fue igual de húmeda. Amanecimos con esa fina película de lluvia incesante que lo cala todo y el pesimismo se apoderaba de nuestros pensamientos a cada minuto. Una hora de espera en el control de acceso, bajo la lluvia y la oscuridad, nos restaban aún para comenzar a andar. Una vez más los 9 a la cabeza animaban el grupo haciendo el trenecito bajo la luz de las frontales.

5AM, el control se abre y Virgilio nos avisa a las colombianas y a nosotros para acceder primeros. Antes de que si quiera me haya podido quitar las legañas me encontraba caminando a una velocidad inhumana tras Virgilio y mis tres liebres. No sé si a modo de castigo por escaparnos el primer día o de premio por ser buenos caminantes, pero fuimos pasando a los pocos turistas de otros grupos que habían accedido antes que nosotros.

Como auténticos chaskis fuimos recorriendo el camino hasta Intipunku (puerta del sol) mientras el sol iba asomando por detrás de las montañas. Si, el sol, una especie de milagro estaba obrándose y tras 4 días escondido el sol se desperezaba entre las montañas. La emoción no podía ser mayor, estábamos a escasos 40 min de ver MachuPicchu y el sol salía tras 4 días.

Panorámica de las Ruinas de Machu Picchu

Es de esos momentos en que necesitas pellizcarte para ver si es real o fruto de tu imaginación. Últimos metros, para variar de subida. Al ritmo inhumano que llevaban fui capaz de aguantarles en llano, pero en la subida me quedé descolgado aunque en el fondo fue lo que lo hizo especial.

En lo alto estaba Intipunku, y desde ahí sabía que ya podría verse lo que llevaba anhelando muchos años, y sudando 4 largos días. Virgilio sonreía desde arriba, y yo sabía que me quedaban escasos minutos para poder contemplar una de las maravillas del mundo.

Los últimos peldaños los tengo grabados a fuego en mi mente, el corazón me latía con fuerza, sinceramente creo que más por el esfuerzo que por la emoción, o por ambas, que se yo. Último escalón una chocada con Virgilio y allí estaba, medio camuflada por una nube, pero MachuPicchu ya era nuestra.

Una sensación de euforia y sosiego a partes iguales me recorrieron el cuerpo, lo habíamos logrado. Virgilio consiguió llegar a Intipunku antes que nadie y tuvimos el inmenso privilegio de contemplar Machu Picchu desde allí prácticamente solos, antes de que llegara el resto de los grupos, incluido el nuestro. En estos 5min tuve sentimientos encontrados entre mi yo fotógrafo y mi yo más contemplador, estaba en Machu Picchu, sentir o capturar,.. complicada decisión.

Tras sacar 4 o 5 fotos me senté al borde del rellano de Intipunku y traté de grabar esa vista y esas sensaciones en algo mucho más duradero que una CompacFlash, mis propios recuerdos. Poco a poco iba llegando el grupo, risas, lágrimas y una sensación colectiva de que el Dios Sol estaba dándonos nuestro mejor regalo de reyes, su presencia.

Intipunku Machu Picchu
Todo el equipo, felices y eufóricos
Intipunku Machu Picchu
Vistas de Machu Picchu según se baja de Intipunku.

Desde Intipunku hay unos 30min de bajada hasta la entrada de MachuPicchu. Cómo adolescentes en campamentos, allí nos plantamos los 28 con nuestras mochilas y nuestros cuerpos faltos de ducha. El sopapo de realidad al llegar es difícil de encajar, Cocacola, tickets, guardarropa y mucha gente que huele bien te sacan de golpe y porrazo de tu status de “aventurero”, es una sensación parecida a cuando llegas de campamentos a casa de nuevo.

Me sentí casi molesto ¿que hace toda esta gente aquí? Yo lo he sudado,… te sientes absurdamente superior a ellos, y te da rabia que se diluya la magia del resto delo camino. Daba igual, estábamos en Machu Picchu y nada ni nadie iba a robarnos nuestros minutos de gloria.

Machu Picchu
La foto de manual de Machu Picchu

Arreglados los tickets de entrada comenzaba el turno de las despedidas, íbamos a entrar en diferentes turnos y a la mitad del grupo ya no los veríamos. En todos los realities me cuesta creer cuando la gente se lleva las manos a la cabeza cuando un compañero que conoce desde hace tres días debe abandonar el programa, pero es curioso los lazos que te una a la gente cuando convives de una manera tan cercana.

La verdad es que ha sido un grupo entrañable, hemos hablado sobre todo de política, pero también de anécdotas y vivencias personales, un intercambio cultural sin duda enriquecedor que terminaba en este momento con parte del grupo.

Ya dentro de la ciudadela Virgilio nos hablo de los incas, sus orígenes, costumbres, curiosidades,.. sobre cómo se descubrió Machu Picchu gracias al pequeño Pablito y su recompensa de un sol.

Esquina a esquina íbamos desgranando los misterios de aquel lugar. Al filo de las 11 de la mañana llegó la despedida final, nosotros aún teníamos que subir a Wayna Picchu, la montaña que aparece en todas las fotos detrás de Machu Picchu.

Machu Picchu Peru
Las espectaculares construcciones de MachuPicchu
Machu Picchu Peru
El cielo nos brindó un día inimaginable días antes.
Machu Picchu Peru
Increible como están engarzadas unas piedras con otras.
Machu Picchu

Últimas despedidas y tocaba volver a sudar la camiseta. Poco menos de una hora de peldaños nos separaban de nuestra última meta, la cima de WaynaPicchu, la imponente montaña que se alza por detrás de la ciudadela.

Con el cansancio acumulado hay que pensárselo dos veces, pero sin duda las vistas desde ahí bien merecían la pena el esfuerzo. Justo arriba nos encontramos con Nico y Vivky, las colombianas que se habían juntado con sus sobrinas en MachuPicchu.

WaynaPicchu
Vistas de la subida a WaynaPicchu
WaynaPicchu
Prueba superada, conquistada WaynaPicchu
WaynaPicchu halcon Machu Picchu
Se dice que desde WaynaPicchu, Machu Picchu tiene forma de halcón, animal sagrado para el imperio Inca.
WaynaPicchu
Felices, lo habíamos conseguido.
WaynaPicchu
La bajada desde WaynaPicchu es aún más espectacular que la subida, aunque no apta para gente con vértigo.
WaynaPicchu Peru
Ya solo quedaba disfrutar de nuestros últimos minutos en Machu Picchu

Poco a poco el sueño iba llegando a su fin, las fuerzas flaqueaban, olíamos mal y nos habíamos despertado a las 3 de la mañana. Así que a eso de las 14.00 cogimos el bus que nos llevaría a Aguas Calientes para allí coger (agarrar para argentinos) un tren y finalmente un autobús (por llamarlo de alguna manera) que nos dejaría de vuelta en Cuzco a las 23.00 de la noche, la aventura había terminado. Absolutamente derrotados y con ganas de disfrutar de placeres tan triviales como un colchón o una ducha caímos rendidos en la cama, mañana tocaba madrugar de nuevo, tocaba excursión.

tren aguas calientes
El pueblo de Aguas Calientes y su mítico tren
Aguas Calientes Peru
Colorín colorado…

8 Responses

  1. Me encantó!!!!! Disfruté muchísimo de leer tus crónicas! Yo, al contrario que vos, siempre iba última, así que casi que no compartimos parte del camino y me encantó vivirlo desde tu lado. Qué alegría los cuatro días, las comidas y risas compartidas! Fue un hermoso grupo y un gran viaje
    Beso grande!!!!
    PD: También estoy preparando mi crónica, luego te la comparto

    1. Eyyy, que bueno…, que ilusión me hace que lo leais, sobre todo los que lo habéis vivido también. Fue una experiencia increible y lo mejor de todo esto es poder leerlo cuando pasen los años, eso si que está genial. Espero tu crónica, será genial leerla! Un besote!

  2. “…Lo cierto, lo importante es que nos encontramos aquí frente a una pura expresión de la civilización indígena más poderosa de América, inmaculada por el contacto de las huestes vencedoras y plena de inmensos tesoros de evocación entre sus muros muertos o en el paisaje estupendo que lo circunda y le da el marco necesario para extasiar al soñador, que vaga por que sí entre sus ruinas, o al turista yanqui que cargado de practicidad, encaja los exponentes de la tribu degenerada, que puede ver en el viaje, entre los muros otrora vivos, y desconoce la distancia moral que los separa, porque estos son sutilezas que solo el espíritu semindígena del latinoamericano puede apreciar.
    Conformémonos, por ahora, con darle a la ciudad los dos significados posibles: para el luchador que persigue lo que hoy se llama quimera, el de un abrazo extendido hacia el futuro cuya voz de piedra grita con alcance continental: “ciudadanos de Indoamérica, reconquistad el pasado”; para otros, aquellos que simplemente “huyen del mundanal ruido”, es válida una frase anotada en el libro de visitantes que tiene el hotel y que un súbdito inglés dejó estampada con toda la amargura de su añoranza imperial: “I am lucky to find a place without a Coca-Cola propaganda”. De “Machu Picchu, enigma de piedra en América”, Ernesto Guevara hijo, alias Che.

    Gran reseña Aitor, un placer haber compartido con vos tamaña experiencia. ¡Abrazo!

    1. Madre mía Gastón, y yo sin ver estop hasta ahora!!! El placer es mío, y no podía haber mejor pasaje para la entrada que algo con sangre revolucionaria Argentina. Un abrazo enorme!

  3. Excelente historia somos de la agencia de viajes Machu Picchu Travel y somos Cusqueños y la verdad nos fascino, es un blog de primera

  4. Increible Historia Airtor!!

    En verdad sabes trasmitir la emoción y la vivencia de hacer ese recorrido mitico amigo, te felicito en verdad y te agradesco por compartirlo con nosotros.

    unas dudas amigo, con que compañia hiciste el trayecto y en que mes fue?

    un saludo desde Mexico amigo!

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