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Ouarzazate y Ait Ben Haddou, los Escenarios de Película

Ouarzazate está tras la cordillera del Atlas, al sureste de Marruecos y a pesar de que el día era soleado, el viento baja helado del Atlas y hay que abrigarse bien. Una vez más lo que nos gusta es perdernos por las calles.
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El plato fuerte de hoy era Ait ben Hadou una impresionante kasbah donde se han rodado inumerables pelis y series de televisón: Juego de tronos, Asterix y Obelix, Laurence de Arabia… Pero antes de ir a Ait ben Hadou nos dimos un paseo por Ouarzazate, el Hollywood marroquí.

La verdad es que el único punto interesante de Ouarzazate es la Alcazaba de Taourit. Yo ya la había visitado en mi anterior viaje y la verdad es que está bien pero tampoco es para tirar cohetes, es casi más bonita la vista desde fuera que los rincones interiores, así que decidimos pasar olímpicamente de verla. Eso si, nos tomamos un reconfortante te a las puertas de la Alcazaba.

Ouarzazate está tras la cordillera del Atlas, al sureste de Marruecos y a pesar de que el día era soleado, el viento baja helado del Atlas y hay que abrigarse bien, por lo que el té nos supo a gloria. Una vez más lo que nos gusta es perdernos por las calles y yo tenía ganas de volver a los sitios donde saqué una foto hace 4 años y volver a hacerla. Recordaba una pequeña plaza tras la Alcazaba donde la gente estaba sentada charlando y viendo pasar la vida. Tras unos cuantos quiebros llegamos a la plaza y saque mi foto,… aunque nada tiene que ver con la que saqué en su día. Es algo que he intentado repetir a lo largo del viaje, en los sitios donde recordaba haber sacado una foto repetirla, me resulta fascinante que años después vuelva a estar ahí, en el mismo sitio con otra mirada y miles de disparos después, es una sensación interesante.

La verdad es que Ouarzazate no da para mucho más, hay estudios de cine donde puede pasar a ver los platós y decorados pero lo que veníamos buscando en este viaje no eran parques temáticos, así que cogimos la furgo y seguimos por las carreteras polvorientas del sureste marroquí hasta Ait Ben Haddou.

Ait Ben Haddou es una “ciudad fortificada” o ksar. Pero lo maravilloso de todo esto es que parece salida de la tierra, sus paredes están hechas de paja y barro y parece emerger como una prolongación más de la tierra donde se apoya. La vista desde la carretera según se llega bien merece la pena. Es un lugar donde se han grabado infinidad de peliculas como Lawrence de Arabia, Gladiator, Juego de Tronos, La Joya del Nilo, Gladiator o La Momia.

En esta visita tuvimos un grave error de cálculo. Durante el viaje no nos hemos topado con muchos turistas por lo que pensábamos que Ait Ben Haddou estaría tranquilito aún llegando pasadas las 10. Pero nada más lejos de la realidad, un buen puñado de turistas abarrotaban ya el lugar. Es una pena ya que podíamos haber llegado perfectamente antes, pero bueno tampoco era algo escandaloso, simplemente que esos sitios apetece verlos de otra manera.

Poco a poco fuimos subiendo por la ciudad rechazando un par de guías “desinteresados” del lugar. Entre calles y escaleras vas subiendo hasta una especie de “castillo” que corona la colina y desde donde se puede observar prácticamente todo el valle.

De la misma manera que subimos hasta la cima,  fuimos bajando hasta el parking donde habíamos dejado la furgo donde nos tomamos una Cocaola bien fresquita de la nevera, que mira por donde llevaba mi nombre. La visita a Ait Ben Haddou nos dejó un muy buen sabor de boca, a Laura le gustó mucho y yo disfrute recordando rincones del lugar.

Llegados a este punto nos dimos cuenta de que íbamos, por increíble que parezca, un día por delante de lo previsto en el plan de ataque. El haber hecho la tirada de Erraichidia hasta el Todra nos facilitó mucho los planes y con las mismas pusimos rumbo a nuestra primera y única gran parada, Marrakech.

El viaje hasta Marrakech nos tenía reservada alguna sorpresa que hicieron mucho más ameno nuestro viaje sin duda. Pero antes de las sorpresas había que llenar el buche así que en un arcen de la carretera montamos nuestro chiringuito y a jalar una rica ensalada.

Recogida la mesa y fregados los bártulos pusimos rumbo ahora sí hacia Marrakech. Para llegar a Marrakech había que volver a cruzar el Atlas y la verdad que son carreteras que merece la pena pasar por ellas. Pueblos, lugareños, fosiles y puestos de Argan se van quedando a los lados de la carretera. La carretera llega hasta prácticamente los 3000mts donde hay un montón de tiendas de fósiles. Yo quería encontrar para mi padre un fósil sin trabajar, ya que a él le encanta pulirlos y trabajarlos. La misión no era fácil ya que la gran mayoría de lo que venden es más falso que Judas y diferenciarlo no es tarea fácil. Así que me armé de valor y con la meta clara de que no iba a gastarme más de 10 pavos en un fósil entramos en la primera tienda.

Había que tomar un poco el pulso a los precios, así que cogí un ammonites como la palma de mi mano y le pregunté el precio, 100 euros me dice, con dos cojones. Yo a parte de decirle que no tenía muy claro que fuera verdadero le dije que estaba buscando algo por 10 euros y tras hacerme rebajas sucesivas le dije que iba a mirar más que ese me parecía falso. Al salir de la tienda ya me lo estaba dejando por 10 euros, qué cabrones son. Al final en otro puestecito encontré un fósil tosco sin pulir que me convenció y tras dejarlo en 1/4 parte de lo que me pedía me lo llevé por 100Dh (10 euros).

Ahora quedaba bajar el Atlas y yo tenía claro que en mi anterior viaje habíamos parado en uno de los puestos según bajas hacia Marrakech y que le había sacado una foto al hombre que lo regentaba, así que curva tras curva fui oteando el terreno hasta que lo vi. Es curioso como funciona el coco, la de cosas que habrán pasado por mis ojos en 4 años y me acordaba perfectamente del lugar y del tipo que efectivamente allí seguía. Además desde el rellano donde estaban los puestos recordaba que había un campo de fútbol en medio de las montañas, y efectivamente ahí seguía el Mestalla del Atlas. Fui a explicarle el tipo la historia, pero no hablaba ni papa de inglés y me dijo que para sacarle una foto le tenía que pagar así que me tuve que conformar con una lejana foto.

Pero lo gracioso estaba por llegar, mientras yo estaba en estos menesteres, el menda del puesto de al lado había ido a la furgo a comerle el coco a Laura y según me acerco me dice “amigo, mira mi tienda, solo mirar”, vamos la clásica cantinela. Pero en una de estas me dice “cambio por cerveza” e inmediatamente nos acordamos de unos brick de Don Simon que llevábamos en la furgo ni sé desde cuando y que no habían acabado en la basura de milagro. Así que le dije, “birra no, but very good wine”, al tipo le hicieron chiribitas los ojos y nos dijo que pasáramos a elegir algo de su tienda con lo que negociar, así que resumiendo nuestro souvenir para casa de estas vacaciones es un pequeño tallin de cerámica que vale exactamente dos bricks de Don Simon. Una vez más este país nunca deja de sorprenderte.

Ahora si, ya del tirón y comentando la jugada del los bricks de Don Simón recorrimos los kilometros que nos separaban hasta Marrakech.

4 Responses

  1. Casualmente he descubierto vuestro blog, ¿y qué deciros?. Me ha gustado.
    Una petición, podíais poner la posición GPS de los sitios donde dormísteis.
    Saludos

  2. Hola estoy pensando hacer un viaje este mes de septiembre y acabo de descubrir tu blog! Lo del vino me ha dejado loca jajajaj que bueno! Gracias por compartir la experiencia y las fotos que son chulisimas!

    1. Buenas Raquel, me alegro que te haya gustado el blog y sobre todo que te haya servido de ayuda para ese viaje que tienes en mente. Cualquier duda solo tienes que preguntar. Un abrazo.

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