Hoy ha amanecido nuestro último día en la ciudad que nunca duerme. Nuestro vuelo salía a las 20.30 así que hemos aprovechado prácticamente toda la mañana para hacer nuestras últimas visitas.
Lo primero y cómo no podía ser de otra manera, Laura quería entrenar un día en Central Park y no he podido negarme a este deseo. El resto de los días como una campeona se a levantado a horas intempestivas para ir a entrenar a Prospect Park (que estaba al lado de casa) y poder arrancar a una hora prudente la jornada.
Así que con el team runnes (corredora y fotógrafo) nos hemos acercado a Central Park donde lucía un día espectacular, frio pero con unos colores increíbles de otoño. Laura ha arrancado su entreno y yo he aprovechado a acercarme a Harlem un ratito a sacar alguna foto del sitio que me quedé con ganas de más ya que fue lo primero que visitamos al llegar a Nueva York.
Queens
Terminado el entreno nos hemos acercado a Queens, el inmenso barrio latino a pasear por su calle más emblemática, Roosevelt Ave. Allí hemos recargado pilas en uno de sus decenas de puestos de comida callejera, y hemos dado cuenta de una deliciosa quesadilla que nos ha sabido a gloria. Tras pasear un poco más hemos ido hasta Brooklyn para dar un último paseo por sus tranquilas calles y despedirnos de la ciudad con un brunch.
Aquí terminaba nuestro viaje, con las noticias del atentado de París bombardeando la prensa pusimos rumbo al aeropuerto pensando que sería una tortura pasar seguridad, pero fue todo muy rápido y sin problemas. Con más de una hora de retraso pisábamos Madrid, el viaje llegaba a su fin