Arrancaba el último día, los últimos kilómetros para poder decir, sin ningún pero que había logrado tocar el techo de África y llegar a buen puerto.
La realidad es que las de las 4 horas que teníamos antes de las 23.30h yo creo que no llegamos a dormir ni 20min cada uno. No sé si los nervios, la hora “absurda” de echarse a dormir o una combinación de ambas.