La noche transcurrió sin muchos sobresaltos, sin no incluimos la chupa de agua que cayó a la noche y que encima dentro de la tienda suena 3 veces más, así que salvo el sobre salto de la lluvia todo transcurrió con normalidad y dormimos plácidamente
El día comenzaba muy temprano en el aeropuerto, de esas horas que no sabes si cenar o desayunar, nuestro vuelo salía a las 6AM de Barajas, así que con más que legañas en los ojos embarcamos hacia Amsterdam donde cogeríamos el vuelo que no llevaría directamente al aeropuerto del Kilimanjaro donde llegamos pasadas las 18.oo y con la noche ya bien entrada.